Pichot: “Es un momento complicado, pero es una oportunidad para ver quiénes quieren que crezca el mundo del rugby y quiénes no"
















El vicepresidente de World Rugby y posible candidato a la presidencia habló con El Observador sobre las elecciones y los proyectos en pugna.

A diferencia de otras veces, Agustín Pichot calcula al extremo sus palabras. Son días de reuniones, de charlas, de pensar un proyecto que permita al grupo de países que lidera (básicamente a los países del Hemisferio Sur y varios del segundo escalón mundial) llegar al gobierno de World Rugby, en una elección que tiene del otro lado a las potencias europeas, que han manejado el poder desde los inicios del deporte. Es desde el Norte, desde los países del Seis Naciones, donde están saliendo las noticias: las potencias, en una movida inédita, le ofrecen un lugar en el torneo más tradicional del mundo a Sudáfrica, y hasta Japón, al que además le aseguran test matches en la ventana internacional de noviembre. Señal llamativa y extraña mirando la historia, pero muestra de que las elecciones están parejas, y que cada voto cuenta.
Los cálculos de votos parecen darle una leve ventaja a la candidatura europea del inglés Bill Beaumont, actual presidente, y el francés Bernard Laporte como vice. Pero en el aire hay algunos votos como Canadá, Estados Unidos, Japón, Rumania, Georgia, Samoa, Fiji y sus respectivas asociaciones continentales que pueden torcer la elección. Eso hace que la elección de mayo sea un cruce de caminos histórico, quizás el más trascendente desde el inicio del profesionalismo, en 1995.
Pero las acciones también hablan. Y la presencia del vicepresidente de World Rugby en las finales del Seven de Punta del Este fue todo un mensaje, así como sus palabras posteriores. En cada oportunidad que tuvo para hablar repitió un mismo concepto: es necesario darle más competencia a los países en desarrollo, porque es la única oportunidad que tienen para crecer. Es fácil extrapolar esas palabras del seven al quince, porque básicamente era el mismo concepto detrás de la Liga Mundial, un proyecto presentado por el N°2 de World Rugby el año pasado, y que fracasó por la cerrada oposición de los países del Seis Naciones, que se oponían a que su sagrado torneo instaurara un sistema de ascensos y descensos.
De hecho, la organización en Viña del Mar y Montevideo de esta segunda división del Circuito Mundial fue todo un triunfo para el lado de Pichot, que logró destinar algunos millones de dólares de las ganancias que genera el circuito mundial para invertirlos en una competencia que, se sabe, no es un éxito comercial.
Pero además, a medida que se larga a hablar con El Observador, Pichot larga unas cuantas de sus verdades. Y deja clara su postura: la única forma de lograr cambios en el rugby internacional es que el poder salga de las manos de los defensores del status quo.
¿Qué te dejó este nuevo circuito sudamericano de sevens?
El placer de ver un montón de equipos compitiendo, de todas las regiones del mundo. Como jugador vos solo querés jugar y competir, y eso te hace crecer. Ver a México y Colombia compitiendo con Uganda y Zimbabwe, por ejemplo. Nosotros estamos más acostumbrados a ver a Chile y a Uruguay, pero ver a otras regiones del mundo es muy bueno. Por lo menos de eso se trata mi trabajo en World Rugby, o el de Pino (Sebastián Piñeyrúa) en Sudamérica Rugby. Y nuestro empuje de buscar fondos para que eso pase. Costó un montón, pero es más fácil cuando tenés la convicción, como nos ha pasado en mi posición con el ingreso de Argentina al Rugby Championship, o el Super Rugby, o la Vodacom en su momento con Pampas, u hoy con la liga profesional, que nace de un empuje increíble de los chicos que quieren seguir jugando profesionalmente. De eso se trata el crecimiento de una región.

¿Como fue decir en World Rugby: ‘Vamos a hacer un circuito y gastar varios millones en regiones que aún están en desarrollo y que se sabe no significarán un éxito comercial’? ¿Qué resistencias encontraron?
Justamente es eso. No somos una empresa que debe presentar utilidades. Somos una asociación mundial que busca que el juego crezca. No todo es un negocio, un bottom line, y te lo dice un empresario, que conoce perfectamente cómo son las cosas. Te ponés contento cuando ves que se puede invertir, usar fondos que están guardados para otra cosa, para torneos que realmente valen la pena, que no tienen rentabilidad pero sirven para el futuro del rugby. Mostrás que tiene coherencia la inversión. Es alocar fondos donde corresponde.

No somos una empresa que debe presentar utilidades. Somos una asociación mundial que busca que el juego crezca. No todo es un negocio, un bottom line, y te lo dice un empresario, que conoce perfectamente cómo son las cosas
Se parece mucho a la discusión del año pasado respecto al XV y la Liga Mundial. ¿Es un poco más difícil de lograr lo del XV porque hay poderes más fuertes que lo trancaron?
Se mostró muy claro el mapa del mundo, por eso estamos en un momento complicado, te diría. También de oportunidad, de ver ese mapa claro de quiénes quieren que crezca el mundo y quiénes no. Desde mi lado traté siempre de ser claro y volver siempre a lo mismo, desde que me llamaron a ser parte de esto. Mi sueño nunca fue ser vicepresidente de World Rugby para viajar o para estar en un palco, sino para que el rugby crezca como lo hice cuando me tocó hablar como jugador. Ahora el desafío es ese, ojalá el mundo hubiese decidido en esa oportunidad mágica que tuvimos, pero no se pudo y no hay que enojarse. Ahora habrá que decidir, como te dije antes, qué tipo de mapa se quiere, o qué tipo de futuro se quiere para el rugby, y quién lo lidera. ¿Vos  me preguntás, qué vas a hacer? Nos tomamos un tiempo con todo el Sur (Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Argentina) y muchas regiones analizando cuáles son las mejores coyunturas y quién nos lidere. No es un tema de uno, de que yo quiera ser. No es personal. Cuando esté el plan hecho se va a decidir quién va a liderarlo.

La realidad es la realidad. Después el cuento es otra cosa. En los últimos años es bastante claro qué es lo que uno luchó y qué es lo que se buscó. Y me parece que tiene que ver con eso, con cómo uno piensa, como cree en las cosas. Que digan es parte de la política.
Se escucha que se quiere invitar a Sudáfrica y a Japón al Seis Naciones. ¿Qué te genera, cuando el torneo estuvo tanto tiempo cerrado a los reclamos de Argentina?
La realidad es la realidad. Después el cuento es otra cosa. En los últimos años es bastante claro qué es lo que uno luchó y qué es lo que se buscó. Y me parece que tiene que ver con eso, con cómo uno piensa, como cree en las cosas. Que digan es parte de la política. Tampoco vamos a ser inocentes, hay una parte que empezó a hablar políticamente, y otras regiones y países no. Es un tema de timing y respeto. Para presentar las cosas hay que ver el proyecto, el plan, y no las individualidades. Siempre pensé así, cuando fui capitán del seleccionado, cuando lideré la región. No soy solo yo, desde Pino, te puedo nombrar a Andrés el presidente de Colombia, Barbara O’Brien (presidenta interina de Estados Unidos), o a Tim Powers (presidente de Rugby Canadá), Dan Payne (CEO de Rugby Americas)… tiene que ver con proyectos y equipos. Y eso tarda tiempo, si no pareciera que son campañas políticas vacías. Todavía sería imprudente de mi parte decir ‘sí voy” o “no voy’. Cuando conteste qué va a hacer este grupo tan diverso, y no solo el norte o el sur, cuanto tengamos bien claro el mapa que vamos a buscar podremos decir quien es el líder

¿Te tenés confianza para convencer a Japón, A Norteamérica, a los países de Europa B?
Es muy diverso, son un montón de países y regiones. Pero esa es la idea, para representar una parte no vas a cambiar nada. Y también quién va a ser el encargado. Si confían en mí, si hay otra persona mejor que yo, no tengo problemas. Vuelvo a lo mismo, no es yo y despues negocio, no funciono así. Cuando me preguntás ‘vas a ir’, dije ‘lo decidió en marzo’. Ahora se án discutiendo políticas, no quién. El quién viene después. Es al revés

Hace un tiempo dijiste que sentías que desde vice presidente no podías hacer lo suficiente para promover cambios. ¿Te podrias quedar con una candidatura que no te llevara como presidente?
Es una buena pregunta y no te voy a contestar que me pongo a disposición porque tiene que ver con mis tiempos y lo que quiero hacer personalmente, como te dije en su momento. Hoy si todos estos países me piden estar en un lugar voy a estar. Si me piden estar en otro también puedo estarlo, no te digo que no.

Vienen siendo meses complicados en la política del rugby argentino, con Tucumán saliendo del Regional del Noroeste, y lo otro es la tranca a tres jugadores argentinos para jugar en Olimpia Lions. ¿Cómo ves este momento político?
Es normal. Cuando se hace algo nuevo, se cambia un torneo del interior, o cuando empieza una liga profesional que es algo recontra novedoso, es lógico. Pasó cuando arrancó el Pladar. Cuando se hacen los cambios se demora de acomodar. Está en la madurez del rugby argentino resolverla. Lo más importante es resolverlos y ser coherentes. Tucumán es una de las regiones más importantes, yo tengo mucha cercanía y respeto mucho al rugby tucumano. Es parte de una estrategia nacional. Hoy estoy más afuera del día a día, pero por lo que leo y escucho ojalá se llegue a resolver, porque lo que se logra es que el rugby sea lo más federal.
Y en cuanto a la Liga lo mismo, hay un reglamento, se sabrá por qué se hizo, habrá que  respetarlo. Es una lástima que las cosas se malinterpreten o vayan de un lado para otro. Lo poco que leí es que la UAR hizo un reglamento, y que a veces las excepciones no se dieron como se tendrían que dar, algunos interpretaron que se tenían que dar, otros que no, pero está en la UAR liderar lo que entiende que es mejor para sus clubes.

A días de arrancar la Super Liga Americana, ¿cómo la ves?
Primero lo veo como un paso que se tenía que dar. Si no, crecen todas las ligas y vos te quedas sin posibilidad de crecimiento para ser una opción de jugadores que quieran desarrollarse profesionalmente. Sobre todo para la región, porque Argentina ya tiene desde 2013 esa vía con el Rugby Championship y antes la Vodacom y el Super Rugby, con Argentina XV, ha tenido esa suerte. Es bueno que se vuelque eso a la región, que le pase a los jugadores de Uruguay, Chile, Paraguay. Brasil, por qué no Colombia y otros lugares de la región. Y EEUU desarrollando otra liga, que siguen creciendo y nuestra región no. Pero vuelvo a lo mismo, esta liga tiene que cuidar a los clubes. Lo más importante que tenemos todos son los clubes, de ahí salen nuestros jugadores. Hay que cuidar que un porcentaje mínimo de esos jugadores son los que van a jugar profesionalmente y el resto tiene que seguir creciendo educándose y disfrutando de un deporte que esta buenísimo.

*Crédito: Ignacio Chans para El Observador de Uruguay.

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