El rugby, en la mira, ¿hacia los valores o la violencia?

Referentes señalan que se debe fortalecer el trabajo de formación pero despegan al rugby de los hechos violentos.

¿Es el rugby un generador de violencia o un deporte que inculca buenos valores en la formación de sus jugadores? La pregunta está en análisis estos días por el caso de los rugbiers imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, a la salida de un boliche en Villa Gesell. 

Las opiniones en contra de la disciplina se han multiplicado hasta el punto de ser tendencia en redes sociales, pero quienes están ligados a ese deporte defienden el trabajo de formación y repudiaron el hecho que sucedió la madrugada del pasado sábado. 

El Tribuno dialogó con varios referentes que tiene el rugby salteño. Algunos señalaron la necesidad de profundizar la formación y todos coincidieron en que los valores del rugby se deben vivir los siete días de la semana y no solamente durante los partidos.

“El consumo indiscriminado de bebidas alcohólicas es un flagelo social. Todo club de rugby, y el deporte en su conjunto, es formador. Los clubes tiene que asumir una mayor responsabilidad en la educación no formal. Un jugador está mucho tiempo en el club, entrenando, compartiendo el tercer tiempo después de los partidos y puede estar más tiempo en el club que en el colegio o en su misma casa. Todos los clubes tiene que asumir el rol formador de educar”, señaló Edmundo Di Lella, psicólogo deportivo (licencia 1.167) y quien jugó al rugby por más de dos décadas. 

“El deporte es una poderosa herramienta. En Sudáfrica se utilizó para unir a un país y todavía se hace hincapié en la unión. Las entidades que no son escuelas o colegios tienen que asumir una responsabilidad social muy grande y al no estar preparados se escapan estas cosas”, dijo haciendo referencia al ataque que sufrió Báez Sosa. 

En su opinión, Di Lella apunto a que debería haber un “seguimiento más personal de los jugadores, un conocimiento más profundo de la situación de cada uno”. También señaló que se podrían “ofrecer actividades que inviten al chico a estar más tiempo en el club, hacer talleres de formación personal o de oficios y otro tipos de actividades”. 

Marcelo Cordova, actual secretario de Deportes de la Provincia, también se refirió al tema. “El rugby es un deporte que tiene un reglamento. El que se va del reglamento dentro del juego o el que se va de la ley dentro de la sociedad tiene que ser castigado y penado. El deporte no escapa a la realidad de la sociedad, y nuestra sociedad se ha convertido en violenta. No hay que trabajarla solo desde el deporte para revertir esa realidad, sino también desde la escuela, desde la familia y desde las instituciones. Pero si no es un abordaje integral, vamos a seguir teniendo este tipo de hechos delictivos”, expresó el funcionario, que también jugó al rugby y fue directivo de la Unión Argentina de Rugby (UAR). 

Diferentes opiniones han tratado de encasillar a quienes practican el rugby como violentos por sentirse superiores físicamente. Cordova no está de acuerdo con esta apreciación, al señalar que “por el hecho que produjeron unas personas no se puede condenar a todo un deporte, eso sería muy injusto”.Así como recalcó que, desde la Secretaría, trabajarán con los clubes para insistir en la concientización sobre la responsabilidad y la convivencia social dentro y fuera de los ámbitos deportivos.

Otra de las voces consultadas fue la de Diego Rodríguez, integrante del staff de entrenadores de la UAR. “Al igual que la UAR, yo repudio todo lo sucedido. Ningún club forma jugadores que terminan haciendo estas cosas, creo que debemos diferenciar este tipo de actitudes violentas y en contra de la ley con un montón de actitudes positivas que enseñamos en los clubes”. 

Todo jugador de rugby y del deporte en general desarrolla una fortaleza física diferente al promedio de los jóvenes de nuestro país. Sobre esto Rodríguez señaló: “Lógicamente, una persona que está entrenada se ve en condiciones de superioridad con otra que no está entrenada, pero no por eso se debo sacar provecho en todos lados. Pero, insisto, eso no tiene nada que ver con lo que los clubes enseñan”.

La finalidad del rugby no son los hechos de violencia que se produjeron en los últimos días. Sin embargo, es una alerta para que todos los clubes redoblen su tarea con el objetivo de evitar acciones que pueden terminar con la vida de una persona.


*Crédito: El Tribuno de Salta.

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