Sudáfrica 18 - Nueva Zelanda 20















Con tries de Kaino y Barret los All Blacks derrotaron a los Springboks y esperan rival en la final de la RWC 2015.
Nueva Zelanda estará en la final de la RWC 2015 tras imponerse a Sudáfrica por 20-18 en semifinales. Los tries de Kaino y Barret y los diez puntos de Carter impulsaron a los All Blacks a la cuarta final de su historia. Los Springboks, que apenas crearon situaciones de peligro, anotaron todos sus puntos a pelota parada. 
Había mucho en juego en esta desapacible y lluviosa tarde londinense. La tensión se pudo notar desde horas antes al encuentro en los aficionados en los alrededores de Twickenham. No se escuchaba el bullicio de otras ocasiones. El encuentro, en sí mismo, fue una tensa espera. 
Sudáfrica inauguró temprano el marcador fruto de un inicio de partido fulgurante. Pollard marcó un penal en el minuto tres luego de un quiebre de Jesse Kriel que puso a los de verde y oro sobre los 22 rivales.
Nueva Zelanda reaccionó al intenso comienzo de los Springboks con la misma determinación. En la primera oportunidad que tuvieron al pisar la zona de peligro, los All Blacks no perdonaron. Richie McCaw le colgó la pelota a Jerome Kaino que esperaba en la punta derecha y el seis apoyó junto a la bandera. Dan Carter convirtió. Era el minuto 9 y los de Steve Hansen ya ganaban 7 a 3.
Pero de la salida de mitad de cancha, los All Blacks concedieron un nuevo penal que Pollard aprovechó para achicar la diferencia a un solo punto. La indisciplina de los hombres de negro fue su mayor problema durante toda la primera parte. Un periodo en el que ambos equipos buscaron patadas a cargar sobre los, a priori, hombres más débiles en el juego aéreo
El libreto del partido decía que los neozelandeses jugaban en campo rival pero sin pisar apenas la zona de 22 de los Boks. De hecho, los creadores de juego de Nueva Zelanda terminaban las jugadas con rastrones a la espalda de los wings. Los Springboks, por su parte, a cada recuperación ponían kicks a cargar sobre los tres de atrás de los hombres de negro.
A los 20 minutos dos nuevas indisciplinas de Nueva Zelanda permitieron a los Springboks salir de su campo y recuperar el mando del encuentro con el tercer penal de Pollard y pasar al frente 9-7.
En el tramo final de la primera parte las constantes se mantenían. La pelota era negra y se jugaba en campo Springbok pero, de nuevo, las indisciplinas y una ordenada defensa de los de Heyneke Meyer impidieron que el marcador se moviera. Dan Carter, además, falló un penal en el minuto 33.
En el minuto 39 el noveno penal de los All Blacks se tradujo en amarilla para Jerome Kaino y en tres nuevos puntos de Pollard. Los Springboks, que apenas habían ocupado territorio rival, se fueron al vestuario por delante en el marcador, 12-7.
A fuego lento
Sin solución de continuidad con respecto a la primera mitad, los All Blacks acamparon al comienzo de la segunda sobre la 22 de los Springboks. En el minuto 6 Dan Carter logró un drop ante la imposibilidad de genera ventajas para sus backs en el abierto. Tres minutos después, Steve Hansen respondió desde el banco al planteamiento táctico de su contraparte. Sacó al wing Milner-Skudder e ingresó Beauden Barrett que entró de fullback moviendo así a Ben Smith a la punta. La lluvia, la real y la de pelotas altas, no arreciaba.
La sustitución se comprobó acertada en la siguiente jugada. Con pelota recuperada los All Blacks atacaron a cinco metros del ingoal y el propio Barret apoyó junto a la esquina. Dan Carter convirtió para poner el 17-12 a su favor en el minuto 13. Además, el árbitro mostró tarjeta amarilla a Bryan Habana por juego sucio.
Sudáfrica achicó la diferencia por medio de Pollard pero Nueva Zelanda contestó de idéntica manera y Carter recuperó los cinco puntos de ventaja en el minuto 19. Aun habiendo estado por debajo en el marcador durante la primera parte y manejar ahora una escasa ventaja, los All Blacks siempre dieron sensación de controlar el encuentro. Los Springboks, por su parte, nunca se fueron del mismo.
Con Pollard fuera por lesión, Pat Lambie asumió el mando de los Springboks. El apertura volvió a poner a los suyos a dos puntos abajo en el minuto 29.
Los de Steve Hansen corrigieron la disciplina en el segundo periodo y elevaron sus prestaciones en el line, tradicional arma sudafricana, robando cuatro pelotas. Desde el penal de Lambie hasta el final del encuentro, el dominio de Nueva Zelanda asfixió a Sudáfrica lenta pero inexorablemente y se mantuvo el resultado hasta el final.
Nueva Zelanda disputará su cuarta final de la RWC tras las de 1987 , 1995 y 2011 y tratará de levantar la Webb Ellis lejos de su país por primera vez ante el vencedor del partido entre Australia y Argentina.
*Crédito: Rugby World Cup