Los Pumas con todo y sin nada










Aun al camino puma le queda una parada en el Rugby Championship. Será la estación de Mendoza y ante el herido Australia, en una posibilidad más que tendrán los de Daniel Hourcade de seguir dándole rodaje a un equipo que por ahora ha mostrado un mix de expresiones en su rugby.
Lo bueno
Una de sus aristas tiene que ver con lo positivo de su evolución en puntos como la capacidad de atacar (ayer ante los All Blacks lo hizo, aunque a veces en forma desordenada), de ser agresivo desde la vehemencia de sus hombres y por sobre todo de habar recuperado (por momentos) esa mística e identidad, que suma a la evolución de sus hombres, más en lo individual por ahora que en lo grupal.
La deuda
Aun así, los Pumas aún no han encontrado el punto más alto de su juego, de sus intenciones. Lo negativo tiene que ver netamente con las grietas que muestra el equipo: pozos de desconcentración general o individual. Falta de cumplimiento de roles básicos y problemas en la primera línea de tackle. Titubeos en la comunicación para con sus integrantes y para con los árbitros, sin olvidar la falta de definición en los últimos metros y en jugadas claves de try.

El futuro a corto y largo plazo
El camino por transitar está marcado y es sumamente exigente. Para seguir desandándolo, sus hombres deben estar a la altura, como así también los que empujan desde abajo. Para eso el equipo necesita dale de comer a sus pretensiones desde su sistema de formación, como lo viene realizando, pero más aún. Eso le permitirá tener variantes, no parchar y poder contar con un volumen de jugadores que estén aptos para llevar al cabo el plan de juego en cualquier lugar y momento. Con el Rugby Championship como exigencia principal, sumado a un marcado y continuo  calendario venir, es la meta mundialista en 2015 la última parada de este equipo, para allí poder demostrar la mayor ofrenda de sus pretensiones.
Sus necesidades básicas
Entre sus mayores necesidades, hay dos que van de la mano y aun no aparecen entre sus virtudes: jugar bien y ganar. El equipo necesita poder plasmar en cancha un juego que desde su ABC no vislumbre las grietas antes mencionas y a esa producción brindarle la capacidad de ganar, que por momentos tuvo a su alcance. No debemos olvidar que este equipo, y en dos oportunidades, no supo bajarle el telón a los coques ante Sudáfrica en Salta y Australia en Gold Coast. Así se quedó con las manos vacías y con esa sensación de no poder vencer a su rival de turno y por sobre todo superarse a sí mismo.
Sus números finales ante los All Blacks en La Plata
La conclusión
Lejos de hacer leñas del árbol caído, el análisis de estos pumas tiene sus cuentas en rojo y tiene deudas a pagar. Mostró poco y nada de lo que pueden dar sus hombres. Le falta ese balance y equilibrio general para poder pelearle de igual a igual a sus rivales de turno. ¿Si lo pude hacer? Sí. ¿Es fácil llevarlo a cabo? No. Con mirar los rivales de turno, que también juegan, basta como para darse cuenta de que sin un buen juego general, sin fallas groseras en defensa y sin efectividad en momentos claves, les será casi imposible poder salir de un partido con la frente en alto y sonrientes.
Por ahora, estos Pumas tienen todo y nada a la vez. Están en deuda con ellos mismos y con su gente. Condiciones para salir de morosos, tienen. 
*Credito: Patricio Guzman