Los All Blacks vencieron a los Wallabies 51-20 en el primer partido de la segunda fecha del certamen, con una magistral actuación colectiva. Brodie Retallick y Aaron Smith fueron las figuras del vencedor, que restuvo la Bledisloe Cup por decimosegunda vez consecutiva.
El partido no tuvo equivalencias rugbísticas. La actuación de los dirigidos por Steve Hansen estuvo cercana a la perfección y lo abultado del resultado tal vez desvía la atención sobre el juego desplegado para alcanzar semejante score.
Dominio total de todas las situaciones de contacto, disputa de cada pelota en los reagrupamientos, velocidad y precisión en la ejecución de un rugby simple, directo, vertical y siempre dispuesto para atacar por el lado que más se puede dañar... todo eso hicieron los All Blacks en el Eden Park de Auckland ante los Wallabies, que lucieron como meros partenaires de lujo.
Tardaron apenas tres minutos en demostrar cómo iba a ser el partido y esa muestra fue suficiente para que el local se hiciera de la pelota y del dominio psicológico del encuentro.
Seis tries fueron los anotados por los All Blacks y todos ellos, gestados magníficamente. Australia lució muy lejos del nivel que puede tener considerando los jugadores que cuenta.
Los All Blacks brindaron cátedra en su casa. El mejor equipo del mundo refrendó sus credenciales y enmendó la actuación fallida de siete días atrás.
Párrafo aparte para actuaciones sobresalientes del segunda línea Brodie Retallick y el medioscrum Aaron Smith, fundamentales ambos para que el equipo tuviera dinámica, velocidad y verticalidad.
*Credito: UAR