JUAN MARTIN HERNANDEZ Y LA PUNTERIA A LOS PALOS










Las batallas de Wellington y Gold Coast ya quedaron atrás. Pero, por estas horas, los jugadores del seleccionado argentino se están enfrentando a un enemigo que se cargaron al hombro durante su estadía en Nueva Zelanda y Australia: el tortuoso jet lag. La mayoría lo padece, lo sufre. Sin embargo, Juan Martín Hernández, el as de espadas de este equipo, por ahora viene soltándole la mano a la descompensación horaria. "Estoy bastante bien, ¿eh? Ya el primer día dormí desde las 12 de la noche hasta las siete de la mañana", le cuenta Hernández a Scrum, mientras aprovecha sus días de descanso -el jueves el equipo retoma los entrenamientos- sacándole el jugo al tiempo junto a su familia.
Con el 66% del Personal Rugby Championship ya disputado -sólo restan los duelos frente Nueva Zelanda en La Plata y ante Australia en Rosario-, el Mago está conforme con la producción Puma. "Estos cuatro partidos fueron muy productivos; se encontró lo que se buscaba, que era adquirir experiencia contra los seleccionado del Hemisferio Sur. Mucha gente creyó que, en cuanto a los resultados, la brecha iba a ser más amplia y no fue así. Se trabajó y se trabaja mucho para estar a la altura de las circunstancias".
-Ahora vienen los partidos en casa...
-Y va a ser muy lindo poder jugarlos. Creo que ganarlos, ante nuestra gente, sería una gran recompensa a todo el sacrificio que viene haciendo este equipo.
En cuanto a su rendimiento personal, y autoexigente al mango como lo es, Juani deja claro que todavía le quedan puntos por mejorar. Y el primero que nombra es un ítem muy conversado por estos días y que no sólo lo afecta a él: las patadas a los palos. En los 320 minutos de acción que Los Pumas tuvieron en este Rugby Championship, se apuntó a las haches en 19 ocasiones y sólo se anotaron puntos en 11 de ellas. El porcentaje es bajo: 57%. "En los equipos que integré nunca fui el primer pateador definido, pero éste, el de la eficacia, es un tema que me da vueltas por la cabeza. No me preocupa en exceso, pero sí me da vueltas", confiesa el apertura, que suma 98 puntos en 35 tests matches y que, sobre todo en defensa, viene realizando una performance fabulosa en lo que va del TRC.
-¿Ves con buenos ojos que el seleccionado incorpore a un entrenador de patadas?
-Sería bueno; todo suma. Tenemos que ganar confianza y experiencia a la hora de apuntarle a los palos
-Previo al duelo vs. Sudáfrica en Mendoza, justo el día que te lesionaste en Pinazo -desgarro en la pierna derecha-, el Ninja Todeschini les estuvo dando una mano...
-Exactamente. Pero con un día no alcanza; es poco tiempo. Por suerte, en Racing Metro, tengo a Gonza (Quesada; el head coach) que me ayuda.
-Contra Australia, cuando el partido estaba 20-19, ¿no se te cruzó por la cabeza probar con un drop?
-Era la idea; sólo tuve dos situaciones para hacerlo en ese lapso del partido. Pero cuando todo estaba dado para patear, una jugada terminó en penal en contra y en la otra se perdió la posesión. Te repito: estaba pensado, pero lamentablemente no se pudo concretar.
Su hijo, Beltrán, que mientras Juani conversó con Scrum se entretuvo jugando con un teléfono celular, ya se aburrió y reclama la atención de su papá. El llamado del niño, obviamente, le pone punto final a la charla. Pero antes de la despedida, el crack vuelve sobre un deseo que mencionó al comienzo de la entrevista: "sería muy reconfortante que, en estos dos tests que faltan, podamos festejar. Este equipo se lo merece". Ojalá, Juani, ojalá.

*Gentileza: SCRUM