Se puede tomar como sorpresa, pero quien vio jugar a Tigres en las dos jornadas del Seven de las Nubes se dará cuenta de que el haber ganado la copa de oro no tiene nada que ver con la fortuna. Tigres se quedó con el mayor trofeo de la competencia al vencer en la final a Universitario por un abultado 34 a 0, que refleja claramente la superioridad de un grupo de jóvenes que le ganó a otro que tenía nombres de peso como José Correa, Emanuel Caro y Diego González.
Tigres se sumó a la lista de campeones que, entre otros, tiene a Universitario (el más ganador del certamen), Jockey Club e Hindú. Lo hizo venciendo en los cuartos de final a San Patricio de Corrientes, luego, en semifinales, a Regatas de Resistencia por 26 a 17.
Por su parte, Universitario llegó a la final tras vencer a Los Tarcos en cuartos de final y a Jockey Club B, en semifinales. Este partido fue parejo en el primer tiempo y lo definió de entrada en el segundo, cuando cayó el primer try se le hizo más fácil conseguir otros dos para cerrar el juego 17 a 5.
En la final, Tigres no le dio chance a la experiencia de la U y mantuvo su juego hasta el pitazo final para sellar un justo triunfo con cinco tries y dejando su cuenta en cero. El festejo incluyó cantos y hasta una minivuelta olímpica para cerrar con la Copa Medife de Oro en alto.
La de plata, para Gimnasia
Gimnasia y Tiro se quedó con la copa de plata del Seven de las Nubes al vencer en la definición de esta instancia a San Patricio de Corrientes por 32 a 17. El albo jugó un muy buen primer tiempo, en el que sacó la mayor diferencia, pero se durmió un tanto en el segundo, lo que permitió el descuento de los correntinos. El albo contó con el aporte de Nicolás Carrizo, jugador del Club Atlético San Isidro y campeón del seven de la URBA.
Por último, la copa de bronce fue a parar a manos de Jockey Club A, que venció en la final a Taraguy de Corrientes por 17 a 7. En la instancia previa, el albirrojo había superado al seleccionado de Jujuy.
La jornada se cerró con la premiación de los campeones, ante los aplausos de los fanáticos del rugby que se quedaron a ver la final, a pesar de la constante amenaza de lluvia. Para la próxima cita habrá que esperar una temporada.