NUEVA ZELANDA GANO LA RWC 2011 TRAS DERROTAR A FRANCIA EN LA FINAL











El estallido final justificó todo el sufrimiento previo. Parecía que se lo arrebataban de las manos, pero no. Los All Blacks, luego de 24 años, festejaron a lo grande y gritaron campeón al derrotar a Francia en un partido más que apretado por 8-7. La resistencia del local y la algarabía en Nueva Zelanda.
Durante 32 minutos, el marcador estuvo 8-7, un resultado que mostraba que el que marcaba algún punto se llevaba la victoria. Francia, histórico verdugo de los All Blacks, le dio más de un susto a los neocelandezes, que esperaban el match con gran confianza, más después de haberles ganado a los europeos en la rueda inicial por 37-17, también en Eden Park.
El título mundial logrado por los All Blacks seguramente enaltece la actuación de los Pumas, que hace dos semanas se marcharon de la competencia eliminados por los campeones, que recién pudieron quebrar al seleccionado argentino en el final del partido. Francia, criticado en el inicio y víctima de la Argentina en el anterior mundial, termina el torneo como subcampeón.
El partido en general no fue bueno ni preciso. Se luchó más de la cuenta y faltaron emociones. Los All Blacks salieron con todo y Francia prácticamente no atacaba. Para colmo, el conjunto galo perdió una pieza clave tras la lesión a su apertura Morgan Parra.
En tanto, el problema de Nueva Zelanda fue no transformar el dominio territorial en puntos. Encima los All Blacks se quedaron sin otro diez. Debió salir Cruden, como ya les había pasado a Carter y Slade.
En el comienzo del complemento, Stephen Donald, reemplazante de Cruden, estiró la diferencia en favor de los All Blacks (8-0). Pero rápidamente apareció la reacción francesa: a los 8 minutos, Dusautoir marcó un try, convertido por Francois Trinh-Duc, para dejar el marcador 8-7. Entonces, el Eden Park se paralizó. Graham Henry, head coach de los locales, metió mano en el banco e introdujo tres cambios, entre ellos sacó a Piri Wepu, uno de los estandartes de este equipo.
Seguramente por la cabeza de los hinchas que coparon el estadio habrán pasado las eliminaciones a manos de Francia en 1999 y 2007.
Lejos estaba el partido de parecerse al que ambos seleccionados sostuvieron por la primera rueda. El que marcaba puntos se quedaba con la Copa del Mundo. Pero los All Blacks defendieron con dientes apretados y terminaron en un estallido inolvidable por lograr el título tan anhelado.