El jugador de Los Pumas visitó el colegio San Pablo por pedido de los docentes y directivos. El Chipi izó la bandera y se llevó la ovación de todo el alumnado, con quienes compartió su experiencia mundialista.
Juan Figallo está devolviendo con su presencia las diferentes muestras de afecto que recibió desde que pisó Salta después de jugar el Mundial de rugby en Nueva Zelanda.
Ayer, además de recibir sendas plaquetas de la Municipalidad y del Gobierno de la Provincia, lo que más disfrutó el pilar de Los Pumas fue el reconocimiento que recibió en el colegio San Pablo, lugar donde cursó sus estudios iniciales.
El Chipi no solo fue invitado a izar la bandera nacional, a las 8 de la mañana, sino que después le entregaron una bandera de Salta en reconocimiento a su actuación en el Mundial al ser “el mejor representante salteño en el deporte”.
Figallo agradeció profundamente el gesto y le contó a todo el alumnado algunas experiencias de cuando tenía puesto el uniforme y soñaba con jugar en el seleccionado argentino. “Siempre soñé con jugar con la camiseta de la Selección y para eso hay que esforzarse mucho. No es incompatible estudiar y jugar a un deporte en el máximo nivel; hay que ser organizado con los tiempos y se puede... yo pude”, dijo Figallo, quien después se prestó a las preguntas de los chicos.
“Los cinco partidos fueron muy difíciles. El de Inglaterra por el debut lógico, el de Rumania por la necesidad de ganar y feliz por el try; el de Escocia fue una final; ante Georgia porque debíamos ganar para pasar de ronda y finalmente jugar ante los All Blacks por una victoria histórica”, expresó Figallo.
Con respecto al himno, Juan dijo: “Fue muy emocionante, en ese momento uno liberaba toda la tensión de la semana y sabía que estaba en ese lugar del mundo por mucha gente que estaba lejos y a la que queremos mucho. Por ellos se cantaba el himno como lo vieron”, contaba el Chipi, quien se quedó hablando por un lapso de 20 minutos.