DESARROLLO CON SELLO PUMA

Todavía falta para que el 2010 baje su telón, pero en la Unión Argentina de Rugby, más precisamente en el área de desarrollo, ya se pasean con sonrisas dignas de una propaganda de dentífrico. Resulta que de 2009 a 2010 hubo un significativo crecimiento en los jugadores mayores de 16 años fichados (un 14%) y esta estadística, si se la puede llamar fríamente de esa forma, marca a las claras que detrás de los escritorios las cosas se están haciendo de forma correcta.
Si repasamos los números, éstos indican que en 2008 se ficharon a 47900 jugadores, en 2009 a 46800 y en este 2010 ya se registran 49194. Y lo más llamativo de todo es que desde la Comisión de Competencia y Desarrollo no se esperaban un crecimiento tan significativo para esta temporada.
"Ver el número que tenemos hoy y compararlo con nuestras predicciones es un tanto irónico. ¿Por qué? Debido a que ahora el EPC (Estudio Pre Competitivo) es bastante más complejo de lo que era anteriormente. Actualmente estamos exigiendo, entre otros, un único estudio (ecocardiograma) que detecta quiénes están propensos a sufrir muerte súbita. Este es un examen que no se puede realizar en todos lados pero, en su momento, y como debe ser, priorizamos la vida antes de que el fichaje de nuevos jugadores", explica Buenaventura Míguez, Presidente de dicha comisión.
Queda claro. Las predicciones de la Unión no fueron de la mano con lo que mostró la grata realidad. Y Gurí, como le dicen, desmenuzando la cuestión, cree entender el porqué: "Me parece que lo que motiva a los chicos para seguir jugando es que, hoy por hoy, cuentan con muchas más facilidades que hace algunos años. Actualmente, y entre otras cosas, la UAR se hace cargo de todos los viajes de los torneos que organiza; y esto es un alivio para las Uniones más chicas, que no cuentan con recursos propios para solventar este gasto. Es más, hay Uniones que antes de esto no salían nunca de su lugar de origen y, por ende, su competencia era nula. Esto ahora cambió. Si antes una Unión gastaba 100 pesos es un pasaje, ahora ese pasaje se lo cubre la UAR. De esta forma, esos 100 pesos que no salen de la caja de la Unión son invertidos en el desarrollo interno de su rugby".
¿Cómo se construye la pirámide económica para que la UAR esté en condiciones de financiar este gasto?
-La UAR tiene un convenio con una empresa de micros (Andesmar), y además cuenta con el dinero que envía la International Rugby Board para el desarrollo del rugby. Pero ojo, porque esto no es tan sencillo; no es que nos cae todo de arriba, je.
¿Por qué lo dice?
-Porque Los Pumas tienen un papel fundamental en este tema. La IRB nos envía el 50% del dinero que nos hace falta para el desarrollo, pero nos dice que el otro 50% lo desembolsemos de nuestras arcas. Y la Unión está en condiciones de hacerlo, y también de rendírselo al Board, gracias a los que produce el seleccionado mayor. En resumen, cuando Los Pumas juegan, además de enorgullecernos, están ayudando al crecimiento de todo el rugby argentino. Sin ellos, nos sería imposible costear semejante gasto.
Por ende, si Los Pumas, en el próximo Mundial, logran un mayor caudal de ingresos eso se vería reflejado en los programas de desarrollo...
-Exacto, cuanto más factura el rugby de alto rendimiento, más recursos podemos utilizar nosotros. Si mirás las distintas inversiones en estos últimos años y las comparás con temporadas anteriores, el aumento es increíble. Hoy, en 2010, llevamos gastados más de siete millones de pesos en desarrollo y el 90% de esa cifra es gracias a lo que genera el seleccionado que dirige Santiago Phelan.
Entonces, cuando en 2012 se materialice el ingreso al Tres Naciones, ese número se volvería a disparar, ¿no?
-Obvio, ser parte del Tri Nations y generar más dinero, aunque sea siendo socios del 1% que ellos ya tienen como negocio, sería algo espectacular para nuestro rugby.
¿Actualmente con cuánto dinero ayudan a los clubes en desarrollo?
-Te doy un ejemplo: hoy los clubes de los Grupo III y IV de la URBA están considerados en Desarrollo y, por ende, la UAR le gira a la URBA alrededor de 5 mil pesos por cada uno de ellos. Ojo, el dinero no va de la UAR al club, sino que se lo entrega a la URBA para que ella lo distribuya. Y este mismo procedimiento se realiza con todas las Uniones del Interior del país.
¿A partir de cuándo comenzaron a financiar los gastos de esta forma?
-Después de 2007. El Mundial de ese año fue clave. Porque cuando la Argentina ingresó en el Tier1, la IRB comenzó a liberar dinero y, nosotros, lo reinvertimos en el crecimiento de nuestro rugby, que en definitiva es lo más importante.
Hoy qué priorizan, ¿cantidad de jugadores o cantidad de clubes?
-Lo primero. Si bien este año tenemos 474 clubes (hubo 455 en 2009) nuevos, lo que estamos buscando es que las instituciones cuenten con más jugadores. Y esto es un gran desafío.
¿Por qué?
-Porque no es fácil motivar a un chico para que se quede jugando en un mismo club. ¿Cómo hacés? No es sencillo. Pero gracias a los cursos, talleres y clínicas, lo estamos logrando.
Supongo que el Mundial del año que viene también les presentará un gran desafío...
-Sí, claro, y es un caso extraño, porque independientemente de lo que hagamos nosotros, y sólo por el impacto visual que genera una Copa del Mundo, sabemos que los chicos, por sí mismos, se van a acercar a este deporte. Claro, como bien decís, el desafío estará en mantenerlos cautivos. Debemos estar preparados para contener y capacitar a los nuevos jugadores.
El mensaje que transmite Buenaventura Mínguez impregna en el aire un aroma que contagia optimismo y confianza. Y no es para menos. Gracias a una administración responsable y planificada, el desarrollo del rugby argentino deja, en carne viva, claras muestras de evolución en su desarrollo. Y Los Pumas son una pieza fundamental para que esta pirámide no se derrumbe. Es simple y circular, la UAR, apoyando a su seleccionado mayor, cumple con las exigencias que le impone el alto rendimiento. Pero a su vez esta inversión le reditúa un mayor ingreso en donde más le importa: en sus mismísimas bases. Todo redondito.

*Créditos: Ramiro Guillot (Scrum)