
Todo lo recaudado va a ir a las ciudades de Chile más afectados por el terremoto.
Se juega un tiempo del lado argentino (Gualeguaychú) y el otro del lado uruguayo (Fray Bentos) y se termina con un tercer tiempo sobre el puente, porque el rugby une. Con el mismo espíritu que se hizo en el primer partido de la historia que también hizo Rugby Sin Fronteras en Malvinas en diciembre pasado. Parece un milagro -algo que tal vez hoy, sólo el deporte lo puede hacer- apenas casi horas antes de la resolución del Tribunal Internacional de la Haya. El omnibus de prensa vuelve a dejar a los periodistas en esas mismas paradas al regreso luego de terminar el evento.