Más voces en la tormenta sobre el profesionalismo

Se enfrentan jugadores, dirigentes de clubes de Buenos Aires y del Interior.
El frente de tormenta que vive el rugby argentino a raíz de la prohibición a 30 jugadores profesionales de jugar en el torneo de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) sumó nuevas voces. Desde Francia, el Puma Juan Manuel Leguizamón lamentó el rumbo que tomó el rugby argentino con esta determinación. "No habría ni que hablar de este tema", apuntó.
Leguizamón recordó que antes de emigrar a Europa recibió durante más de un año un sueldo por ejercitarse con otros Pumas: "Esto de recibir dinero para entrenar se hace desde hace mucho tiempo. De hecho, durante 2004 y parte de 2005 iba al Centro Nacional de Alto Rendimiento (Cenard) dos veces por semana y me daban $ 600. Las exigencias aumentan y eso hace que haya más necesidades; es algo lógico".
Tal como se informó ayer en LA NACION, el rugby de Buenos Aires vive una tormenta interna, ya que los jugadores están obligados a decidir entre seguir defendiendo la camiseta de sus clubes o pasarse al profesionalismo y enrolarse en el Pladar. "El sueño de todo jugador de club es llegar a un seleccionado. Es ridículo que ahora lo obliguen a elegir entre su club y la posibilidad de seguir a su país", detalló Leguizamón.
El tercera línea santiagueño, además, calificó de "retroceso" la determinación tomada por los clubes de Buenos Aires. "Justo se da un año y medio antes del Mundial. Es una decisión a la que no le encuentro ninguna razón lógica", apuntó el rugbier que milita en Stade Français (Francia).
Uno de los clubes que apoyan la exclusión de los jugadores profesionales es el CASI. Su vicepresidente 2º, Felipe Hughes, admitió que el club "no está dispuesto a tolerar profesionales". Y agregó: "El deporte amateur es para los que juegan con los amigos, y el deporte profesional es para el público. Con el deporte profesional aparecen el espectáculo, los sponsors, y son valores que no están relacionados con los valores del rugby".
Además, Hughes indicó: "El que elige jugar en el Pladar no le importa mucho jugar con sus amigos. Es como elegir una carrera: ser abogado o médico. Habrá profesionales buenos o malos".
En sintonía con Leguizamón se expresaron dos dirigentes del interior, Franco Veglia (presidente de la Unión de Rugby de Tucumán) y José Costante, máximo dirigente de la Unión de Rugby de Rosario. "Nuestra voluntad quedó expresada en la última reunión de presidentes: aceptamos los Pladares y los centros de alto rendimiento. ¿Por qué no vamos a permitir que los jugadores sean profesionales?", se preguntó Costante. El dirigente agregó: "Todo el rugby del interior necesita el Pladar".
Veglia, por su parte, indicó: "Nosotros no tenemos ningún problema con el Pladar. La URBA tomó su decisión. De todas maneras, este conflicto se tiene que solucionar. Si no, cuando llegue el campeonato argentino, ¿con qué equipo va a jugar la URBA?",
cuestionó.
Además, Veglia admitió que la URBA "tiene que definirse", y recalcó que en la Unión Argentina de Rugby (UAR) "hay 23 uniones que acatan el Pladar y una que no". Sobre el fin del amateurismo, Veglia fue tajante: "No podemos ignorar lo que es hoy el profesionalismo. El mundo (y el rugby) evolucionan y nos tenemos que adaptar".
*Fuente: La Nacion Deportiva