Los entrenadores que aspiran a la gloria














Cómo Daniel Hourcade con Argentina, Michael Cheika junto a Australia, Steve Hansen con Nueva Zelanda y Heyneke Meyer en Sudáfrica llegaron a las semifinales de la RWC 2015.
Para los cuatro entrenadores semifinalistas de la Rugby World Cup, Daniel Hourcade (Argentina), Michael Cheika (Australia), Steve Hansen (Nueva Zelanda) y Heyneke Meyer (Sudáfrica), el próximo fin de semana promete ser decisivo para sus carreras.
Una victoria y podrán dirigir a sus equipos en la final de la Copa Mundial de Rugby en Twickenham el sábado 31 de octubre; una derrota e irán el viernes a la noche al Olympic Stadium para la Final de Bronce, quizás preguntándose cómo podría haber sido la historia si tomasen otras decisiones.
Hansen resumió el contraste a principios de la semana: "Es quedarse de pie y ser tenido en cuenta o irse a casa. O peor aún, tenés que jugar ese otro partido”.
Una cosa que los entrenadores comparten es que ninguno tuvo una carrera espectacular como jugador. Cheika, que representó a Australia M21, fue lo mejor de ellos en el rugby internacional; ninguno jugó para su seleccionado principal. A pesar de eso, los cuatro trabajaron incansablemente como entrenadores para ganar los puestos que actualmente ocupan.
Hansen salió de las sombras
De los cuatro, es el único que sabe lo que necesita para entrenar un equipo hacia un triunfo en la Rugby World Cup. Fue asistente de Graham Henry cuatro años atrás, cuando Nueva Zelanda terminó con la espera de 24 años para levantar nuevamente la Webb Ellis Cup, antes de suceder a Henry.
Mientras que muchos equipos pierden su mejor forma después de un éxito tal, el ex policía logró todo lo contrario e hizo a los All Blacks mejores aún.
En los cuatro años que pasaron desde que Richie McCaw levantó el trofeo en el Eden Park, Nueva Zelanda sólo perdió tres veces. Nada mal como registro para un entrenador al que inicialmente lo vieron como asistente en lugar de Head coach.
Es la segunda vez en su carrera que Hansen sucedió a Henry. Antes, en 2002, cuando el segundo dejó de entrenar a Gales, el primero también tomó su lugar.
Si bien tuvo una mala racha de 11 derrotas consecutivas, llevó a Gales otra vez a su estilo más clásico para la RWC 2003 y finalmente El Dragón alcanzó los cuartos de final, donde presionó a Inglaterra antes de quedar afuera.
Eso significó que Hansen pudo volver a su país con el prestigio intacto para ocupar la posición de asistente de Henry otra vez en 2005.
La figura paternal de Hourcade
Daniel Hourcade es probablemente el menos conocido de los cuatro, a pesar de que atraviesa su segunda RWC como head coach, después de haber integrado el staff de Portugal durante su debut en la Copa Mundial de Rugby 2007.
Pero el trabajo de Hourcade se vio con Pampas VX, un equipo de desarrollo de jugadores de Argentina que disputó y hasta obtuvo la Vodacom Cup de Sudáfrica; también lideró a Los Jaguares, el segundo equipo de la UAR.
Eso le permitió acercarse a varios jóvenes que fueron aprendiendo y ganando experiencia en un nivel de competencia cada vez más fuerte y progresar hasta hoy. Es que muchos de ellos están en la actualidad en el plantel de Los Pumas, el que Hourcade lidera desde noviembre de 2013, y que es alabado por su estilo de ataque.
“Conocí a Daniel cuando estaba jugando en Pampas XV en 2010, tenía 20 años”, contó Tomás Cubelli, medio scrum de Los Pumas. “Sabía de su capacidad; teníamos un equipo exitoso que además desplegaba un rugby para disfrutar”, agregó.
Meyer, el sobreviviente
El head coach de los Springboks pudo haber estado aquí cuatro años antes. Después de que Sudáfrica ganó el título en la Rugby World Cup 2007, era el favorito a suceder a Jake White a partir de una exitosa campaña en el Súper Rugby con Blue Bulls, pero el lugar finalmente fue ocupado por Pieter De Villiers.
Meyer finalmente fue nombrado en 2012, y hay una sensación de alivio de que su equipo está todavía en carrera hacia la gloria a pesar de la derrota contra Japón en el inicio de la RWC 2015.
“Todavía necesito un poco de oxígeno”, sostuvo Meyer después de alcanzar las semifinales. “Quiero agradecer el respaldo de la gente en casa. Desde el partido ante Japón, el apoyo fue increíble”, añadió.
Meyer fue asistente de Nick Mallett, en Sudáfrica, en la RWC 1999 y después dirigió a Blue Bulls en la exitosa serie ganadora de la Currie Cup en 2002, 2003 y 2004, el certamen más importante de Sudáfrica. Muchos de esos jugadores se desempeñaron en la RWC 2007 que los Boks obtuvieron.
El medio scrum Fourie du Preez quedó como capitán cuando Jean De Villiers fue desafectado por lesión y marcó el try que le permitió quedarse con el partido ante Gales en cuartos de final. “Es el jugador más astuto que entrené. Es un genio en cuanto a la táctica. El try fue puro ingenio de él”, contó Meyer tras el encuentro.
Cheika se encarga de los negocios
Si Michael Cheika podría resumirse en una palabra, esa es “ganador”. En su carrera como Head coach de los Wallabies logró reconocimiento en muy corto tiempo. En particular, se hace cargo de equipos que no están pasando su mejor momento y los lleva a la cima.
Cuando se sumó a Leinster, era un club que no podía competir de igual a igual con Munster o Ulster, y muchos menos con el resto de Europa, pero cuando se fue, lo hizo habiendo ganado la European Cup en 2009, lo que fue el primer gran éxito de los de Dublín.
Después fue a Francia y lideró a Stade Francais, que estaba en crisis financiera. Cheika utilizó los conocimientos que le habían permitido convertirse en millonario dentro del mundo de la moda para reestructurar el club. Finalmente, llevó a los parisinos a la definición de la European Challenge Cup, donde finalmente cayeron por poco ante Harlequins.
En 2012 volvió a Sydney y a New South Wales Waratahs, equipo que varias veces había estado cerca de ganar el Súper Rugby pero no lo había logrado. Bajo la conducción de Cheika, Michael Hooper capitaneó al conjunto hasta ganar su primer título en 2014, con el actual apertura de los Wallabies Bernard Foley moviendo los hilos y con Adam Ashely-Cooper e Israel Folau siendo parte de una gran línea de backs. 
Cuando Ewan McKenzie se fue de los Wallabies a fin del año pasado, sólo había un nombre dentro de la Australian Rugby Union que podría liderar a Australia en Inglaterra 2015. Era Michael Cheika. “No mucha gente vistió la camiseta de Australia en rugby, por lo que les digo a los jugadores que deben aprovechar al máximo la oportunidad”, sostuvo.
*Crédito: Rugby World Cup