Icono del rugby nacional, valora el nivel individual y grupal de Los Pumas. Además, rescata que el equipo confíe todo el tiempo en su modo de jugar.
-La primera pregunta es obligada, ¿qué te parece Argentina?
-Vi el primer partido y el del domingo contra Irlanda y los otros los vi por TV porque me tuve que volver a Buenos Aires. Lo primero que me parece es que hay una cosa increíble: el equipo es protagonista y no le importa dónde esté jugando y contra quién esté jugando. ¡Había que jugar contra los campeones del mundo! Y Los Pumas fueron protagonistas, propusieron e hicieron hasta que el físico les dio. Veo una propuesta de juego ofensiva que me gusta porque el rugby va en esa dirección. Los últimos Mundiales habían sido de un rugby de defensa, defensa y defensa y algunos entrenadores llegaron a decir que les
-Salvando las distancias lógicas, es lo que hacían vos y tus compañeros en Banco Nación a fines de los 80.
-En el Millennium estaba rodeado de mucha gente de rugby, de muchos ex Pumas, y cuando el equipo atacaba y se pasaba la pelota me cargaban porque me decían que se parece al Banco del 89... Pero no, esto es superior. Acá hay una técnica mucho mejor aunque lo importante es la idea de un rugby en el que participan todos, en el que la pelota está viva y el equipo la utiliza.
-Y además Los Pumas ganan...
-Ha pasado algo que es importante: hay que creérsela para tomar los riesgos y estos jugadores se la han creído en el buen sentido de la palabra. Creen en lo que hacen y eso los hace llegar a límites que el equipo va descubriendo partido tras partido.
-¿Te habría gustado jugar en estos Pumas?
-A mí siempre me gustaría jugar en Los Pumas. Y también hacerlo con quienes les tengo cierto cariño porque son hijos de jugadores que jugaron conmigo, como Landajo y Cubelli. Pero además este seleccionado tiene jugadores que uno admira como Lavanini, Matera o Imhoff, por ejemplo. Cualquiera que juega al rugby en la línea de backs quisiera tener el físico de Imhoff o de Hernández porque debe ser más fácil todo.
-Si el domingo pudieras entrar al vestuario y decirles algo antes de salir a la cancha para jugar la semifinal del mundo con Australia, ¿qué les dirías?
-Que jueguen con el corazón. Nada más.
-¿Y con eso alcanzaría para ganarles a los Wallabies?
-El domingo, además de la perfección con la que jugaron esos primeros 20, 25 minutos, el equipo demostró que tiene corazón y que hay una pasión detrás. Físicamente están todos muy equilibrados, pero seguramente la mística jugará un papel importante y Argentina es un gran equipo que tiene mística.
-¿Qué te parecen Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, los otros semifinalistas?
-El candidato era Australia porque siempre está a la vanguardia y es el más revolucionario, pero demostró que es vulnerable y estuvo a un minuto de irse. Nueva Zelanda hace las cosas básicas muy bien y a gran velocidad, pero tiene un rugby mas tradicional y menos evolucionado. Y los sudafricanos son fortísimos físicamente pero no técnicamente y les cuesta hacer puntos. En el último partido tuvieron el 90 por ciento de las pelotas y no fueron capaces de hacer un try. No tienen variantes y les falta inteligencia.
-Ultima pregunta, también obligada: ¿para qué está Argentina?
-Argentina va a salir campeón.